La poesía

Aún no te tengo y siento el frío en mi cuerpo, De pronto te imagino acercándote a mí, Moviendo tus dedos largos sobre mi espalda, Besándote profundamente hasta alcanzar nuestros deseos, Saldré a recorrer tu cuerpo, por tus raíces, Almorzaré a las 11 rozando mi piel en tu piel, Tus encantos los comeré en cada tarde En la noche nos hundiremos en el placer de las sábanas, Nos quedaremos saciados hasta agotarnos, Cuando por fin, estemos juntos y no tenga que esperarte .

Al mirarte me crece El latido del corazón, Se me estira la piel, Avanzando rumorosas tus manos Sobre mi piel, Mis piernas se abren sigilosamente Desde la oscuridad, Mi cuerpo se descubre y ahora nos encontramos Agitados, húmedos, Te huelo y te toco, Hunden tus labios sobre mi carne, Y en cada roce siento tu parpadeo… Tu secreto y mi secreto Se topan boca a boca, Se reconocen y se imitan Se sacian de hambre y de sed.

A la hora de olvidar, Lo más difícil  es olvidar todo, sí todo aquello que se fue, los besos, las caricias, los instantes que no regresarán y todos quedaran en el recuerdo.

Me llevaré tu sonrisa que dejaste escapar, aquella última noche que nos vimos, te dejo vivir el inicio de esta primavera... Confesando los secretos y el amor que te entregue, a veces me preguntó porque aceptaste aquella tarde, aquella tarde tan perfecta que pasamos juntos... Ahogándome en tu recuerdo, ahogándome en tu adiós, un adiós que se convirtió en un abismo, un abismo que ahora nos separan una vez más. Te llevarás la triste rutina, la triste rutina y la angustia de verme a tu lado, dejarán de llegarte mensajes de noche... Me ahoga el adiós, me ahoga tu recuerdo, y me ahogan las penas de este amor. Que ahora a llegado a su fin, donde inicio una vez...

Sin pensarlo te conocí, en un mes de noviembre, sin pensarlo tus ojos color miel, me atraparon, como tu dulce ironía... Sin pensarlo, me encantaron tus chinos tan esponjados, sin pensarlo me atrapaste con tu manera de ser, sin pensarlo, aquella madrugada de noviembre, nos miramos y nos perdimos entre miradas, y sonrisas eternas... Sin pensarlo, existieron fotos de momentos tan alegres, un día inesperado que ninguno de los dos esperaba, un abrazo dulce y eterno... Pero sobre todo, una distracción, donde al final de la madrugada, hubo un tierno y dulce beso de noviembre, que quedo atrapado en un día de otoño...

Conocerte Para: Carlos Sarmiento Rodríguez Conocerte fue inesperado, llegaste en el momento inoporturno, sonreí al verte por primera vez, me miraste y respondiste de la misma manera... Un instante en que todo cambio, un instante brillante en el que sonreímos, y ambos descubririamos con el tiempo un nuevo sentimiento... Han surgido 6 años desde aquel encuentro, donde conocerte fue mi mayor alegría, donde conocerte fue mi felicidad, a tu lado he descubierto la dicha de la amistad.